Por defecto, Windows 7 dispone del
compresor ZIP para poder reducir el volumen de archivos grandes y
facilitar poder compartirlo de forma más sencilla. A continuación os mostramos
cómo podéis comprimir archivos y carpetas en Windows 7 sin necesidad de
instalar ninguna aplicación.
Nos situados en la carpeta
donde se encuentra el archivo que queremos comprimir.
- Dentro de la carpeta, situamos el ratón justo encima del archivo en cuestión y pulsamos sobre el botón derecho.
- En el menú que aparece debemos seleccionar Enviar y pulsamos sobre Carpeta comprimida (en zip).
- A continuación aparecerá una ventana donde nos muestra el estado de la compresión. Cuando finalice el proceso, se habrá creado un archivo, con extensión zip, y con el mismo nombre del archivo que acabamos de comprimir, donde se encontrará el fichero comprimido.
Según
el tipo de archivo que sea, habrá reducido su volumen original más o menos. No
todos los formatos de archivos se comprimen por igual.
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